Yo no sé
a qué juegan los kilómetros
pero quiero que pierdas el norte
y ser yo tu sur.
El otro día temblaba
por leerte Báilame el agua
y tú, al otro lado, reías
de mi nerviosismo.
Tocó el turno de aquella frase
y la entendí por fin.
"Rió. Y se abrió el techo,
y vi el cielo, y todo lo que quisiera.
Su risa era luz
y me deslumbraba,
rodeado
de tanta oscuridad."
Porque ríes y maldigo
los 500 kilómetros,
las 500 botellas
y las 500 páginas
que puedan separarnos.
Porque la provoco
porque me provocas
y cuando ríes entiendo
que esto no lo entienda nadie.
Que estoy en peligro
y no voy a pedir auxilio.
Te voy a pedir a ti.
Lo apuesto todo
al verde pijama.
has mejorado mucho... Sigue escribiendo. Algunas veces dices cosas muy interesantes.
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