proverbio arabe

5 de octubre de 2014

Soundtrack: el camino de las utopías

Un día me di cuenta de que no era miedo.
Que no eran celos.
Que, por eso, no éramos nosotros.
Que ya éramos tú y yo.
Tan tú, como yo.
Tan poco nosotros.
Tan distancia.
Tan nada más.

Y venga a seguir.
Tachando días en el calendario en vez de marcarlos con un círculo rojo.
¿Cómo íbamos a acabar bien, si ya habíamos acabado?

Al unir los puntos suspensivos, salía una línea recta.
Que era una flecha.
Que ya no era flechazo.
Que ni mataba, porque ya no había nada vivo.

Me quise tatuar tu nombre en el pecho para ver si así te seguía queriendo.
Así sólo conseguí un corazón cicatrizado que latía sólo la mitad.
Y al fin me di cuenta de que esa era mi mitad, de que ya no moría por ti porque ya no podía vivir por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario