Descripción de un viejo de dedos largos y orejas pequeñas.

Zapatos negros de cordones, limpios aunque gastados en la puntera.
Pantalones negros rectos, impolutos, sin más raya que la costura.
Camisa de rayas celeste y blancas con dos botones desabrochados y los puños remangados.
La barba perfectamente arreglada, con el pelo cano, más largo de lo normal, peinado hacia atrás.
Los ojos hundidos y quejosos, de un color gris oscuro, custodiados por numerosas arrugas que marcan el resto de su expresión.
Su único apoyo es un bastón de madera clara, brillante.
Mira a la gente con enfado.
Puede que haga años que no se hable con sus hijos.
También puede que sea escritor.

"Ahí tiene un sitio, caballero."
Por supuesto, no me ha dado las gracias.