No tropiezo siempre con la misma piedra, me tiro porque me gusta cómo escuece cuando me golpeo con ella.
Y cuanto más veces caigo, más sangre y piel mía queda en la piedra.
Pero también más arenilla queda en mi rodilla.
Y cuanto más veces caigo, más sangre y piel mía queda en la piedra.
Pero también más arenilla queda en mi rodilla.
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