proverbio arabe

2 de agosto de 2013

Respuesta a un comentario que me ha hecho pensar (mucho).



Desde luego que me quedo con lo de: "Política: Cortesía y buen modo de portarse".
Me alegro de que haya más personas que sean capaces de decir:" no me siento orgullosa de mi país".
Triste que tengan hoy en día más credibilidad los periodistas (que al fin y al cabo tienen más motivos para mentir, porque se ganan la vida de sacar noticias precisamente) que los políticos, esas personas "que representan nuestra voluntad". 
Hoy mismo hablaba con unos amigos que los médicos, que salvan vidas, los bomberos, que salvan vidas, los policías (aunque desde que entró este maravilloso partido POPULAR, podemos dejarlos, sin generalizar igualmente, aparte), que salvan vidas, cobren lo que cobran, mientras que los políticos (que, me atrevo a decir desde los últimos recortes en sanidad y ayudas sociales) las quitan, cobren eso y, además, sean capaces de aceptar sobresueldos y demás medios de corrupción (para, total, jugar al Apalabrados en sus horas de trabajo). 
También es triste que a nuestra carrera venga una "prestigiosa cirujana" de cirugía estética y reparadora, para convencernos de lo maravillosa que es la sanidad privada: es que claro, cuando tú eres la responsable de tu clínica, quieres esforzarte al máximo para dar lo mejor de ti a tus pacientes. Demasiadas veces nos insistió en: son mis pacientes, no mis clientes (ya sabemos que quien mucho reitera en algo, ni él se lo cree). Ese día salí de clases indignada porque me había dado cuenta de algo que hasta antes no había querido pensar: médicos que trabajen por el dinero, no por la satisfacción de salvar a una persona.
Y así se mueve el mundo.
Triste.
Triste pero cierto.
Pero, ¿qué pretendemos, si los que están a cargo de la educación de nuestros futuros hijos (si es que los recortes nos dejan y no seguimos con 40 años sin trabajo y viviendo en casa de nuestros padres) no tienen unos conceptos mínimos (nuevamente sin generalizar) y aseguran que las gallinas son mamíferos? Me hace pensar que más que la pasión por transmitir el conocimiento y formar a personas, les ha atraído de esa profesión el tener una plaza fija tras unas oposiciones con unas vacaciones envidiables.
Y así se mueve el mundo, repito.
Aunque este tipo de programas pueda ser criticado, aún se me ponen los pelos de punta cuando pienso en el capítulo de Perdidos en la tribu (creo que se llamaba así) cuando la tribu africana viene a Sevilla y pasan por las Setas, donde está la mujer que se pone siempre en unos soportales, y la mujer africana no entendía cómo la sociedad deja que esa persona (recordemos señores, es una persona como nosotros pero que, por unas causas o por otras, ha tenido una vida sin ninguna comodidad de la que nosotros disfrutamos día a día sin darnos cuenta) viva en la calle y pase hambre, sin que nadie le ofrezca su casa. Aún me acuerdo de cómo le pedía por favor que se fuese con ella a su tribu porque, sin sobrarles nada, todo lo que tienen lo comparte y así son FELICES.
Me gustaría saber en qué momento de la historia se asoció la felicidad con el dinero.
Acabo con una frase de Nach en su excelente canción "El reino de lo absurdo":
“Veo reos del desempleo sufren con razón la cruel globalización
y es que quien no tiene enchufe es un bufón en este pseudo ,
donde Dios tiene dos nombres: uno es Dólar otro es Euro .”

Y así se mueve el mundo, señores;
y así se mueve el mundo.

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