proverbio arabe

30 de julio de 2013

Nada más que añadir.

" La pared quedó iluminada y me encontré frente a frente con un mural lleno de fotos polaroid.
Las instantáneas estaban agrupadas de doce en doce... Estaban separadas por años...
Creo que conté que debía de haber casi cuarenta años seguidos en aquella pared...
Las fotos eran primeros planos de hombres y mujeres en diferentes lugares y realizando actividades cotidianas... Tomaban café, fumaban, reían.. [...]
—¿Quiénes son? —pregunté.
—Mis perlas. —Sonrió—. Cada año de mi vida he buscado doce perlas. Doce personas que no conociera pero que se me aparecieran y marcaran mi mundo de tal manera que mi yo virara.
—¿Mi yo virara? —repetí.
—El Sr. Martín fue una perla de tu vida. —Me lo ejemplificó y yo se lo agradecí—. Fue una joya que el mundo te dio y, aunque han pasado los años, aún la conservas... Eso confirma qué gran perla fue, pues el tiempo no le ha quitada nada de su brillo ni de su intensidad.
Miré detenidamente aquel mural.
No podría deciros qué predominaba. Las perlas eran de todos los colores, sexos y edades. Me gustaba contemplarlas...
No sé si estuve diez o doce minutos en silencio absoluto admirando aquel collar...Aquel collar de perlas...
Había algo en esos rostros, en esas miradas, que desprendía energía. Sonreí.
—Hay energía en ellos, ¿verdad?
Él también sonrió.
—Mucha. Tres de ellos son más que perlas... Son esas energías especiales de las que te hablé en el barco, esas que has de encontrar... Almas que se funden con la tuya propia.
—¿De verdad? —Estaba entusiasmado con esa definición.
 Él continuó hablando:
—Con el tiempo, algunas perlas pasan a ser diamantes. Cada ochenta o noventa perlas aparece un diamante... Un diamante, para que me entiendas, es una de esas personas que se hace tan básica y tan importante en tu vida que parece creada únicamente para ti..."


-Si tu me dices ven lo dejo todo... pero dime ven; Albert Espinosa.

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