No siempre la persona a la que se necesita en los malos momentos es aquella que encuentra las mejores palabras. Sino mírate a ti: te sientas a mi lado, en silencio, y me blindas tu protección, sin hacer preguntas.Me prestas tu hombro para que llore sobre él, me acaricias la mano para que me sienta protegida y me regalas una sonrisa para que me sienta querida.
Un enorme detalle que no me merezco.
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