Putas de mierda.

No tenéis ni zorra de qué es querer a alguien, de qué es amar a alguien.

Ni puta idea, os lo juro.

¿Es que tú sí?, preguntaréis.
Pues mira, os puedo asegurar que lo que siento no es ni la mitad de lo que habéis sentido vosotros en vuestra puta vida, pero no voy a venir diciendo que mi novio me ama y que vivimos una historia perfecta porque no es eso por lo que escribo.

Escribo esta mierda de entrada para recordarles a esas "felices parejas enamoradas" que no te levantas un día queriendo besar a alguien y desde ese momento ya tienes el poder de fingir amarle. No, ni mucho menos. El amor es algo que poca gente conoce, porque no se quiere conocer. El amor duele, lo sé. Amar a alguien implica sufrir cuando ves a esa persona con otra, cuando lo dejáis, cuando os peleáis o simplemente cuando estáis separados.

Un viernes pones en tu estado una fecha seguida de un te amo pero a la semana siguiente has sustituido esa fecha por otro nombre que, parece ser, te hace más feliz.

¿Es eso el amor?

Eso no es una puta mierda, de verdad. Vomitivo.

¿Por qué no os ahorráis esas dos palabras para cuando sintáis que de verdad una relación puede durar algo más de un mes? ¿Para cuando lo sintáis de verdad?

Pero claro, es muy bonito considerar al amor un estado de felicidad absoluta en el que nada malo ocurre.

Pues no, eso es imposible. En cualquier relación hay peleas. Y es solo cuando realmente el amor está de por medio cuando estas se superan sin dificultad. Así que dime que coño hay de amor en ese "Lo siento, tenemos que hablar. Me gustas pero prefiero dejarlo como amigos"

No hay nada más cínico e hipócrita en esta vida, de verdad. Odio esas parejas.

Por tanto, un consejo: no digáis te quiero y mucho menos te amo a cualquiera porque, si tan poco valoras tus sentimientos, menos te valorarás a ti mismo.

Yo, por otra parte, creo que sí puedo decirlo sin que nadie me eche nada en cara: amo a mi novio. ¿Cómo soy capaz de decirlo? Porque no tengo miedo a pensar en un futuro juntos. Un futuro feliz, con una misma vida por delante, un camino que se cruza y no se vuelve a separar.

Tú, en cambio, puta de mierda, ya estás pensando en con quién liarte la semana que viene.