Me he puesto una cerilla encendida en la palma de la mano.
He prendido fuego a un papel sobre la mesa y no he conseguido apagarlo.
Se me han borrado todas las canciones; ya no tengo quién me hable de ti.
Sigo creyendo que algo dentro de mí no funciona bien.
Mi cuarto sigue oliendo a quemado.
Mis pies están, como siempre, helados.
He hecho veintitrés fotos a cerillas incendiadas.
Belice se ríe de mí.
Belice dice que va a matarme.
Al menos ella se divierte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario