He encontrado más sinceridad en la mirada de una muñeca que en la mayoría de la gente con la que me he cruzado en la vida.
¿Os imagináis un mundo donde el "te mereces algo mejor" no fuese una excusa sino un motivo para dar lo mejor de uno?
He hecho una pancarta en contra de los "quiero pero no puedo" y la he colgado del corazón. Una pena que casi nadie la vaya a leer.
Menos mal que aún existen los casi.
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