Amaranta pensaba en Rebeca, porque la soledad le había seleccionado los recuerdos, y había incinerado los entorpecedores montones de basura nostálgica que la vida había acumulado en su corazón, y había purificado, magnificado y eternizado los otros, los más amargos.
-Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.
-Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.
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