Cuando lo haces así del tirón es que es muy verdad, es que
estaba dentro y la mano sólo se mueve.
[...]
A mí lo de cuestionar el amor, como si fuera una revisión
médica o de un taller, lo de a primera vista, o a segunda, o sea, ¿que es a
quinta?, ¿a la quinta revisión te enamoras? O sea, ¿el amor acaso no es a primera
vista? O sea lo de “no, tengo que conocerte cinco meses y a ver si me enamoro”.
La has cagado tío, no es tu persona. O sea, si tú no ves a una persona y no se
enamora como tú de ella, sal de ahí.
Y entonces yo intenté convencerle y explicarle esto a una
persona y esa persona me contestó: “te doy media noche”. Me dijo “te doy media
noche”, una persona con la que yo hablé una noche y sabía que quería hablar con
ella todas las noches.
¿Cómo coño, tú, en media noche, convences a una persona de
que lo que tú quieres es una vida y media?
Estoy bien.
La única putada es que, en el momento en que lo cuestiona, no
está sintiendo lo mismo que tú.
Por lo menos salen canciones.
Todo lo que dice esta canción es cierto. A esta persona la
conocí después de un concierto y me dijo: “me gustó el concierto” y, cuando se
alejaba, sentía que esa era la piel y el aliento que yo quería por las mañanas.
[Lo mejor de la música es que queda inmortalizada en el
tiempo].
Andrés Suárez, en un concierto, antes de cantar Te doy media noche.
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