proverbio arabe

12 de diciembre de 2013

Soundtrack: el día que lluevan pianos

Una pena no aprender de mis errores y no haberme alejado de tu cara de ángel, y más sabiendo que vestías de negro.
Una pena que me consigas hacer escribir (Cortázar decía: es mucho más fácil hablar de las cosas tristes que de las alegres) tú, que fingías ser humano.
Una pena que ya no te vaya a pedir que te quedes hasta el día en el que lluevan pianos (de nuevo Rayuela: no quiero estar donde estoy de más).
Una pena que sólo hayas leído hasta la página 26.
Te dejaste el marcapáginas puesto.

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