“Donde diablos estés. Por fin me atreví a resumir aquel año.
Cuando queríamos romper ventanas… y lo hacíamos. Donde diablos estés. Si
lo escuchas. No te lo tomes a mal. Todo está pasado por el filtro del
tiempo y mi imaginación tramposa. Si te preguntas “¿se ha atrevido a
hablar de él y de mí?” observa la cifra y considérate contestada. No
incluyo nombres en ningún caso. Únicamente lo sabrás tú, que, en cierta
manera es lo que pretendía. Una broma desde la distancia. 1.999. El año
del supuesto fin del mundo… en cierta manera… sí… el fin de ti y de mí…
algo definible como un pequeño mundo infranqueable para el resto. Y como
extrañas plantas, crecíamos más cuando menos agua y luz existían a
nuestro alrededor. ¿Cómo podíamos pretender gustar al resto? Nos
conocíamos sin raíces, [anduvimos] un tiempo juntos, sin raíces… en algunos
momentos tuve la sensación de que cada uno de nosotros arraigó en el
otro. Pero, de cualquier manera, ya era demasiado tarde para nostros.
¿Cómo podían asentarse en la tierra dos seres tan volátiles? Así que
cada uno siguió el camino que le correspondía, y no hay nada más que
decir.
Hoy iré tarde a dormir. Te informo. Me imagino que mañana te levantarás temprano.”
Hoy iré tarde a dormir. Te informo. Me imagino que mañana te levantarás temprano.”
-Santi Balmes, sobre 1999.
9. 1999
11. Cuando diga ya
12. Miau
Yo también quiero un 1999.
No hay comentarios:
Publicar un comentario