proverbio arabe

30 de enero de 2011

Quiero ver esa sonrisa en tus labios

Sé perfectamente que hay momentos en los que no te apetece hablar con nadie, sobre todo si no quieres que te vean. Por eso mismo dudé unos instantes qué haces. No sabía si quedarme a tu lado, viendo como aquellas personas que últimamente habían estado más cercanas a ti se dejaban simplemente abrazar en silencio aportándote todo el cariño que tienen; acercarme tímidamente a tu lado para descubrir, algo temerosa, si querías abrazarme a mí también o preferías que simplemente me quedase al margen; o acercarme a ti, con el miedo a que me rechazases y ofrecerte un abrazo además de miles palabras, que no sabía si querrías escuchar.
Pero me atreví a esto último. Me fui a tu lado, con el miedo a que rechazases mi ayuda, y te ofrecí un abrazo para demostrarte que estaba ahí, apoyandote, que no iba a dejar de hacerlo.
Pero ahora llegaba la parte más complicada: en pocos segundos tenía que ser capaz de dar con las palabras adecuadas. Contigo en realidad no me fue difícil: te conozco lo suficiente, o eso creo, para saber qué querías escuchar realmente que fuese verdad.
Y así lo hice, te dije todo lo que pasó por mi mente a fin de conseguir en ti una sonrisa.
Poco tiempo después creí ver una de ellas en tu cara pero, aún no era el momento de parar. Tenía que asegurarme de que tu sonrisa durase toda la noche.

Con esto quiero decirte que en el momento que tu sonrisa empiece a consumirse, que me llames tan rápido como puedas, que ya me encargaré yo de volver a encenderla, ¿vale?


Porque te lo mereces cariño,
te quiero Lety.


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